martes, 8 de enero de 2013

la familia


De un tiempo acá, no puedo precisar cuantos meses o años, he sido testigo impotente del cambio de pensamiento de gente, de alguna u otra forma cercana, a la cual encasillaba erróneamente como fieles seguidores de las enseñanzas que recibimos en nuestra educación básica.
 
La familia está compuesta de papá y mamá, hombre y mujer, quienes se casan y tienen hijos. Sin entrar a una discusión religiosa, esa fue la información que recibimos TODOS! Nunca escuché de mis maestros decir que había la posibilidad que la mamá sea un señor o que el papá sea una señora, tampoco tuve compañeros cuyos padres eran dos señores o cuyas madres eran dos señoras. Sí tuve compañeros de padres o madres solteras o viudas, valerosas, trabajadoras y esforzadas por darle a sus hijos la mejor educación posible.
 
En las primeras etapas de nuestra juventud, los que creímos que la naturaleza, físicamente sabia, nos demostraba que lo aprendido en la escuela era lo correcto, continuamos ese camino, pero hubo un punto de inflexión donde otros tomaron rumbos diferentes, quizá explorando nuevas tendencias o experimentando con nuevos líderes, obnubilados por ofrecimientos de tesoros más brillantes a los ya descubiertos.


 
¿Quienes fallaron? o ¿Quienes están fallando? ¿Los padres que no fortalecieron casa adentro los principios naturales de la concepción familiar? ¿Los maestros que no fueron suficientemente categóricos en lo que enseñaban? o ¿Acaso este es un mundo abierto y descontrolado donde por más esfuerzo que se haga, la situación es insalvable?

 
¿Dónde quedó nuestro Ecuador íntimo, nuestro Ecuador conservador? nuestro Ecuador de distancias cortas que acercaban a los parientes para reunirse con regularidad y mantener el espíritu familiar. ¿Dónde quedó el encuentro constante entre padres e hijos, el deleite de los abuelitos con sus nietos? Nuestro Ecuador mimado se está convirtiendo a zancadas en la sucursal de grandes ciudades donde el concepto de la familia esta muerto y enterrado, donde se pregona, a nombre de la libertad, la unión entre personas del mismo sexo. Nuestro Ecuador de damas elegantes y caballeros formales de sombrero de copa, se está transformando en errantes andando en short y zapatillas malolientes.
 


Este no es un análisis científico, ni está basado en un estudio de múltiples tesis de grado. Es un llamado de auxilio para volver a las bases. La naturaleza no pide fuerza. Los eventos anti natura traen consecuencias negativas: la obesidad y la bulimia, por ejemplo, son derivaciones de una alimentación excesiva, alejada de lo normal, de lo natural. Los niños necesitan del amor, tiempo y dedicación de su papá y de su mamá, no de sus dos papás ni de sus dos mamás.
 
La familia concebida por su naturaleza siempre fue así! siempre anduvo de esa manera. ¿Cuál es la motivación para cambiarla? ¿Porqué experimentar con algo que funciona muy bien?
 
Dediquen su entusiasmo, energía y espíritu de cambio a otros menesteres. Los niños de hoy merecen la misma oportunidad que tuvimos nosotros, de tener una familia normal, natural y feliz.





































 

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